\r\n\r\nEl esguince de tobillo o comúnmente llamado torcedura de tobillo es una lesión que ocurre con frecuencia en la vida diaria y a la que no se le da mucha importancia. Los tratamientos suelen ser cortos e incompletos por lo que el paciente vuelve a torcerse el tobillo generando otro tipo de lesiones en dicho nivel y a distancia del mismo.\r\n\r\nEl esguince es una lesión ligamentaria de una articulación y se produce cuando se solicita la articulación mas allá de los límites de su elasticidad, es decir, se produce un sobre-estiramiento del ligamento ocasionado por un traumatismo directo o al pisar inadecuadamente cuando el esguince es del tobillo.\r\n\r\nSegún la localización, los esguinces de tobillo pueden ser de diferentes ligamentos, pero el que se produce con mayor frecuencia es el del ligamento lateral externo o esguince externo de tobillo. \r\n\r\nSíntomas y clasificación según el grado de estiramiento forzado:\r\n\r\nGrado I: se produce un sobre-estiramiento con ligera inflamación y su recuperación es rápida.\r\n\r\nGrado II: se produce un desgarro o rotura parcial, con inflamación y dolor a la palpación, con afectación de otras estructuras de la articulación lo que lleva a un derrame sanguíneo manifestado por un hematoma, existe cierta inestabilidad articular y su recuperación es más lenta.\r\n\r\nGrado III: en este caso se produce la rotura del ligamento, la inestabilidad articular es mayor, el dolor es intenso, hay hematoma y lesión de otras estructuras del pie, en algunos casos es necesaria la cirugía de reconstrucción del ligamento. La recuperación es mucho más lenta.\r\n\r\nTRATAMIENTO KINESICO OSTEOPATICO\r\n\r\nLo primero que debe hacerse es descartar lesiones óseas y rotura total de ligamentos mediante la toma de una placa radiográfica y tests específicos. Si existiera este tipo de lesiones el tratamiento es puramente médico, al menos en esta primera etapa de curación.\r\n\r\nSi el esguince es leve hay que disminuir los síntomas del traumatismo con la colocación de compresas frías, un vendaje compresivo y la elevación del miembro inferior. Una vez desaparecida la inflamación, que tarda aproximadamente entre una y dos semanas, hay que comenzar a corregir las disfunciones óseas del pie provocadas por el esguince. Estas lesiones o fijaciones ocurren porque al producirse el esguince los huesos se separan entre sí y luego no logran volver a colocarse de la forma correcta con lo que se instala un déficit de movilidad local en los huesos del pie y del tobillo como en el astrágalo, las cuñas, el cuboides, el escafoides, la tibia y el peroné. \r\n\r\nCon las técnicas de osteopatía, manipulamos o desbloqueamos las articulaciones afectadas y relajamos la musculatura que se ha contraído de manera defensiva como consecuencia del traumatismo. Se aplican técnicas de estiramiento y miofasciales para el tibial anterior, bíceps crural, peroneos y tibial posterior. Técnicas para disminuir el espasmo muscular, los puntos dolorosos y para trabajar sobre las adherencias formadas. También se realiza un masaje profundo sobre los tendones y los ligamentos para facilitar su regeneración y darles mayor flexibilidad.\r\n\r\nSi es necesario se utilizan técnicas de movilización vertebral relacionadas con la inervación músculo esquelético del pie y el tobillo para disminuir su facilitación.\r\n\r\nLos agentes físicos, conocidos por todos como el magneto, el ultrasonido y el láser, entre otros, son de gran ayuda para disminuir el edema, la cicatrización y el dolor.\r\n\r\nFinalizada la etapa de tratamiento osteopático, habrá que realizar una rehabilitación consciente de todos los músculos y articulaciones afectados en la marcha mediante ejercicios propioceptivos.\r\n\r\nEl trabajo propioceptivo es importante, se le indica al paciente que camine descalzo en diferentes superficies, que mantenga el equilibrio sobre uno y otro pie, que salte sobre un trampolín, que mantenga el equilibrio sobre una tabla de equilibrio, etc. Con esta ejercitación se reeduca al ligamento que sufrió la lesión, es decir se le vuelve a enseñar la adaptación que necesita realizar frente a diferentes situaciones, cuando, cómo y de qué manera debe adaptarse para no volver a lesionarse.\r\n\r\nCuando el esguince no es tratado efectivamente habrá una fijación articular en el pie y el tobillo y aunque al principio parece haber curado no es así y se instala un patrón de marcha deficiente que genera lesiones a distancia en las rodillas, caderas y columna pudiendo llegar hasta el cuello y cráneo. A la inversa, muchos esguinces de tobillo pueden producirse como consecuencia de lesiones ya instaladas en la columna, caderas o tobillos que ocurren al pisar defectuosamente.\r\nLas disfunciones del pie no son sólo locales, sino que desencadenan una serie de adaptaciones que nos permite realizar las actividades de la vida diaria lo más equilibradas posible por lo cual es indispensable que el profesional preste atención a dichas adaptaciones que muchas veces son las responsables de las recidivas de los esguinces, es decir que vuelva a ocurrir la misma lesión de torcedura una y otra vez.\r\n\r\n

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